quedeseáis la paz: La gran causa de la paz entre los pueblos tiene necesidad de todas las energÃas de paz latentes en el corazón del hombre. A suscitarlas y cultivarlas —a educarlas— ha querido mi predecesor Pablo VI, poco antes de su muerte, que fuese consagrada la Jornada mundial 1979, que lleva por lema:
Noestamos en nuestras propias manos, ni en manos de maestros terrenales, sino que estamos bajo la diestra operación de las manos que no ¡Qué paz fluye dentro del alma, en cuanto a todo asunto que pudiera causar ansiedad, cuando vemos todas nuestras esperanzas construidas sobre un La causa de Dios está en la mano de Dios, . 396 263 275 69 148 36 11 294